Nació en Cambridge (Inglaterra). Es hija de madre alemana y padre británico. Cuando sólo tenía 5 años se trasladó a Australia con su familia, ya que a su padre le ofrecieron un trabajo como profesor en una universidad de Melbourne. En Australia, donde transcurrió su infancia y adolescencia, estudió en la universidad de Melbourne.
Siempre ha amado los animales y la vida al aire libre –su pasatiempo favorito es montar a caballo y pasear con sus perros. Incluso, se cuenta que cuando Olivia tenía siete años se enfrentó a un hombre que estaba castigando a su caballo y en 1978 amenazó con cancelar su gira por Japón a menos que los pescadores de ese país pararan la sangrienta matanza de delfines en sus redes ¡Y los pescadores aceptaron!.
El compromiso de Newton-John
En el disco “Físico” de 1981 Olivia presenta dos temas sobre asuntos del medio ambiente. Una es “Lluvia Plateada” que habla sobre el daño que puede hacerle la contaminación a nuestro planeta y la otra es “La Promesa” (La Canción del Delfín), esta conmovedora canción es un ruego a la humanidad para que sepan cuidar a estas maravillosas e inteligentes criaturas. Una de sus estrofas dice, “si puedo hacer que un sólo hombre tome conciencia, que a una persona le importe, entonces habré hecho lo que te prometí”. Sin duda, más de algún fan suyo ha tomado conciencia, así que la promesa de Olivia a los delfines fue cumplida.
Sin embargo, el nacimiento de su hija Chloe en 1986 le hizo darse cuenta de que los niños también son importantes –“ellos son nuestro futuro”. En su disco “El Rumor” de 1988 hay una canción llamada “Hablemos del Mañana” que trata sobre cuidar el planeta para que aún esté allí en el futuro. Ella dijo entonces, “Me preocupo por la ecología porque quiero que mi hija crezca rodeada por la belleza de los animales y los bosques –un ambiente natural todavía intacto”.
Olivia reconoce que muchas personas se sienten capaces de hacer lo que sea para “limpiar nuestro desastre”, por lo que en su disco “Cálido y Tierno” de 1989 ella incluyó una lista de cosas que cualquiera puede hacer en su propia casa. Ella asegura que si varias personas siguen sus diez consejos, el mundo podría ser más “verde y limpio”.
Esta lista nos exhorta a: 1) Usar bolsas reciclables para ir a las compras. 2) Reciclar vidrio, latas, papel y juntar hojas secas para hacer tierra de abono. 3) Usar productos biodegradables para proteger el suministro de agua. 4) Usar pañales de tela o biodegradables. 5) Evitar los aerosoles y reemplazarlos por rociadores spray. 6) Tratar de comer frutas y verduras orgánicas. 7) Sólo comprar atún “a favor de los delfines” (está escrito en la lata o se puede consultar al distribuidor). 8) No usar pieles legítimas, las pieles sintéticas también lucen bien sin necesidad de herir o dañar algún animal. 9) Plantar árboles para que haya más oxigeno. 10) Reducir el consumo de carne. Dos tercios de selva tropical de Centro América ha sido arrasada para la crianza de ganado.
Olivia termina con una fervorosa petición, “Todos somos parte de la misma familia –nosotros, los árboles, las plantas y todos los animales vivimos bajo el mismo cielo- ¡Cuidemos nuestro hogar!”
En 1989 Olivia estuvo involucrada junto a otras celebridades en un proyecto llamado “El Espíritu de la Selva”, el cual fue creado para ayudar a salvar la selva tropical. Ella dijo en esa ocasión que, “Yo antes pensaba que podía irme a una granja remota en Australia y estar a salvo. Pero el viento sopla, el smog y la contaminación tiene afectado al mundo entero. Terminamos todos en el mismo bote”.
En 1990 Olivia se convirtió oficialmente en Embajadora de Buena Voluntad de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Ella dijo entonces, “No soy científica, pero puedo decirle a la gente que pueden hacer el cambio”. Como Embajadora de las Naciones Unidas, ella viajó al Amazonas de Brasil para constatar por sí misma los problemas y poder informarle al mundo que la selva tropical está desapareciendo rápidamente. En ese año también hizo un llamado para difundir La Fundación de los Koalas Australianos. Los koalas, el símbolo de Australia, son una especie con daño de extinción.
En 1991 una amiguita de su hija Chloe llamada Colette murió de un extraño caso de cáncer infantil. Este trágico evento la llevó junto a su madre y la madre de la niña a instaurar La Fundación Ambiental Collete Chuda para investigar la relación entre la contaminación y el cáncer infantil.
Donó a esta fundación las ganancias del libro para niños “El Cuento del Cerdito”, del cual ella es co-autora. El libro en sí tiene un mensaje ambiental y está impreso en papel reciclado. Fue la primera vez que los editores, por su específica petición, hicieran un libro así.
En 1992 descubrió que tenía cáncer de seno, pero afortunadamente se recuperó y aprendió de su experiencia. Decidió reducir sus compromisos, “volver a lo natural” y pasar más tiempo con su hija. Sin embargo, aún encontró tiempo para hacer campañas por un medio ambiente mejor.
En 1994 realizó el disco “Gaia”. En este álbum ella canta sobre el respeto a las creencias espirituales de otros y el amor por la humanidad. Incluyendo, por supuesto, canciones sobre salvar el planeta, siendo una de las más importantes “No me derriben” que trata sobre la preservación de los árboles y bosques.
Ella practica lo que predica. Su casa en New South Wales, en Australia, tiene un sistema especial para reciclaje alrededor de la casa y ha plantado cientos de árboles en su terreno.
La cantante ha sido participe de tantos proyectos que tratan de hacer del mundo un lugar mejor que nos sería imposible enumerarlos a todos. Sin embargo, uno de sus últimos proyectos fueron un programa de televisión llamado “La Naturaleza Humana” y su trabajo como presentadora de Animal Planet.
En los últimos años, ha pasado por muchos momentos intensos y difíciles en su vida, los ha sabido sobrellevar y ha aprendido a sacar lecciones de ellos para sus campañas por un mundo mejor para todos. Simboliza un ejemplo para todos nosotros.
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